¿En qué consiste?
Es el crecimiento anormal por inflamación de tejido de la conjuntiva (tejido fino y transparente que cubre la superficie externa del ojo), que tiende a dirigirse desde la parte blanca del ojo hacia el tejido de la córnea (superficie anterior y transparente del ojo). Este tejido anómalo se inflama por falta de lubricación (falta de lágrimas), por la exposición solar, el viento u otros agentes irritantes
¿Cuándo se indica tratamiento?
El tratamiento inicial es farmacológico, sin embargo, cuando el pterigión produce molestias al paciente o aumenta de tamaño de manera hasta ocupar la zona pupilar, impidiendo la visión, es necesario recurrir a la cirugía, la cual consiste en la remoción de este y en su mayoría requiere de recubrimiento con tejido anexo.
¿Cómo se realiza?
La cirugía consiste en retirar el pterigion toda la parte que está invadiendo la córnea y la parte de la conjuntiva limpiando bien todo el tejido fibroso que se ha ido formando con el paso de los años para posteriormente reemplazar la zona sin células por un tejido sano, ya que la extirpación simple puede provocar que aparezca nuevamente el tejido abultado, por lo que es necesario colocar un injerto.
Síntomas: Quien lo padece tiene la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo y éste tiene una apariencia congestiva (ojo rojo).
Duración: De 20 a 30 minutos.
Dolor: Ojo rojo, unas molestias, tratamiento a base de corticoides, antibióticos y una abundante lubricación tópica con pomadas, geles y lágrimas artificiales para que el injerto vaya prendiendo y vaya uniéndose a los tejidos de alrededor.
Incapacidad: De 7 a 14 días.