Pingüécula ¿Bulto o tumor en los ojos?

La pingüécula es un tejido de proteína, grasa o calcio que se presenta  en la conjuntiva del ojo (mucosa fina y transparente que recubre la parte blanca del ojo), en el lado del ojo más cercano a la nariz, que tiene una coloración amarillento o grisáceo.

Esta alteración también es conocida como un tumor benigno que tiende manifestarse -en su mayoría- en personas mayores de 40 años.

Por lo general, estas lecciones son pequeñas, sin embargo, en algunos casos se presenta un crecimiento gradual de la misma que la hacen más visible a corta distancia. En la mayoría de los casos, no afecta filtra la córnea, pero si llega a crecer lo suficiente puede interferir con la calidad de la visión.

Causas de la pingüécula

El principal factor de riesgo es la exposición a los rayos ultravioleta. De igual manera, esta afección es más frecuente en pacientes expuestos a factores ambientales irritantes como el polvo, serrín, entre otros.

Por último, la pingüécula tiene otros factores implicados como son la sequedad ocular crónica y el envejecimiento.

Conoce su sintomatología

Por lo general, la pingüécula no produce síntomas y se diagnostica de forma casual o por visualización. 

En los casos en que la pingüécula puede inflamarse de forma aguda, se puede producir un cuadro clínico denominado “pingueculitis”, el cual consiste en ojo rojo y molestias locales.

Según la oftalmóloga especialista en segmento anterior, Jenny Lobo, “las pingüéculas pueden ser asintomáticas y solo es visible el efecto estético, es decir, la coloración; sin embargo, hay casos en los que puede darse sensación de ardor, rasquiña, sensación de cuerpo extraño, ojo rojo, molestia con la luz y aumento de la lesión”.

Consulta es igual a diagnóstico oportuno

La pingüécula se puede identificar en consulta y de forma precisa a través del examen oftalmológico de la superficie ocular. En raras ocasiones es necesario biopsiar la lesión y analizarla con un microscopio para distinguirla de otras lesiones conjuntivales potencialmente malignas.

¿Se puede prevenir?

Teniendo en cuenta que, la exposición a la radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo para el desarrollo de esta lesión, las personas que la padecen deberán protegerse de tal radiación. Estas son algunas de las recomendaciones para el cuidado de los ojos:

  • Uso de gafas con filtro UV
  • Minimizar la exposición al aire libre
  • Lubricación ocular

Prevenir, el mejor tratamiento

Los tratamientos contra la pingüécula están relacionados al uso frecuente de lágrimas artificiales y, esporádicamente, algún anti-inflamatorio local. Sin embargo, el experto es quien recomendará la mejor solución para extirpar y/o desparecer la lesión teniendo en cuenta el diagnóstico de su caso; de ahí la importancia de visitar al médico cuando una lesión como esta aparece.

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