La primera causa de ceguera irreversible en el mundo es el glaucoma. Una patología crónica y progresiva causada por el daño del nervio óptico. Conocido como el ladrón silencioso de la visión, ya que no presenta síntomas sino hasta fases avanzadas de la enfermedad.
No obstante, hay ciertos indicios o factores de riesgo que definen si una persona es sospechosa de glaucoma.
Conoce aquí que significa sospecha de glaucoma
Glaucoma: factores de alarma
La presión intraocular es uno de los indicios de glaucoma más importantes, no obstante hay otros factores de riesgo relevantes que se deben tener en cuenta para hacerle seguimiento oportuno al paciente. Algunos de ellos son:
- Personas de raza negra, asiáticas o con ascendencia hispana son más propensas a padecer esta enfermedad.
- Antecedentes familiares de glaucoma aumentan la probabilidad de que ésta aparezca.
- Si bien, esta patología ocular puede afectar la visión a cualquier edad (glaucoma congénito), por lo general aqueja a personas mayores de 50 años.
- La presencia de otros trastornos y/o afecciones como la diabetes, presión arterial alta, anemia y fuertes migrañas.
- Daños en la córnea o córneas delgadas en la parte central
- Defectos refractivos extremos como la miopía o la hipermetropía
- Lesiones oculares
¿Qué tratamiento sirve? Te damos 3 opciones
El glaucoma tiene distintos niveles o grados, desde los más leves y moderados, hasta el glaucoma más avanzado donde la probabilidad de recuperación de un porcentaje de la visión es más mínima. Aunque esta enfermedad no tiene cura, hay distintos tratamientos que permiten manejar y/o coartar el avance.
Cabe resaltar que, los tratamientos dependen del tipo y del nivel de glaucoma, sin embargo, estas son las opciones a disposición.
- Gotas: El uso de gotas o colirios es el más frecuente cuando el glaucoma no es avanzado. El uso de este dependerá del tipo de glaucoma y de las características del ojo.
- Láser: Hay distintos tipos de laser entre ellos el láser SLT y láser de micropulsos los cuales se usan en casos de leves a moderados
- Cirugía: Se realizan cirugías de trabeculectomía en casos más avanzado, donde el paciente requiere un tratamiento más estricto para lograr un disminución mayor de la presión intraocular
Si bien, hay nuevas tecnologías láser y técnicas quirúrgicas que ayudan a reducir los niveles de la presión intraocular, se hace importante que los pacientes sean consistentes con sus tratamientos como los indica el especialista.
Recordemos que es una enfermedad crónica y debemos estar en constante valoración y evaluación para hacer uso de las herramientas que nos impiden su evolución.