¿Te ha pasado que, de forma inesperada, comienzas a sentir un temblor en tu ojo? Pues bien, uno de las preguntas frecuentes en consulta es el pálpito o temblor en el ojo.
Si bien, aunque se habla de temblor en el ojo, en realidad, es un espasmo o movimiento involuntario producido en los músculos de los párpados.
Esta condición se conoce como mioquimia y, aunque no suele ser grave, puede generar molestias o incomodidad en la visión. Usualmente, aparecen en la parte inferior del párpado o en el ojo dominante.
Conoce aquí: cuál es tu ojo dominante
4 causas de temblor en el ojo
El temblor de ojo es motivo frecuente de consulta y de búsqueda; su aparición está asociada a hábitos o acciones comunes. Es por eso que, algunas personas podrían ser más propensas a padecerlo debido a las causas presentadas a continuación:
- Ingesta frecuente de bebidas energéticas o estimulantes. Así como consumo de bebidas oscuras como el café y gaseosas negras.
- Insomnio, estrés, la falta de descanso y/o fatiga.
- Uso excesivo de pantallas
- Incluso se puede generar por patologías oculares de base como ojo seco, alergias o irritaciones oculares.
Recomendaciones para evitarlo
Por lo general, este tic o temblor aparecen durante algunos segundos o intervalos de minutos. Sin embargo, las palpitaciones desaparecen de la misma manera en qué llegan, y pueden tener una duración aproximada de dos a siete días o prolongarse durante semanas, si las condiciones que lo causan permanecen. Para ello es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evitar las actividades que fatiguen tu vista
- Buscar espacios de descanso o relajación
- Tener en cuenta recomendaciones de higiene visuales, dadas por tu oftalmólogo, si el temblor proviene de alergias u ojo seco
- En caso de fumadores, estos deben evitar o disminuir el consumo de tabaco
También puedes conocer: 5 síntomas de fatiga visual
En cualquiera de los casos el temblor en el ojo suele mermar y desaparecer con el tiempo. No obstante, si los tics comienzan a dificultar la visión y aumentan en el tiempo (permanencia) y en intensidad, es decir, son más frecuentes y fuertes, se hace necesario consultar al oftalmólogo para descartar patologías como: blefaro-espasmo o espasmo hemifacial.