Desde sus inicios, son inagotables los intentos de la humanidad por detener el envejecimiento, sin que aún se haya conseguido el verdadero elixir de la juventud. Mientras eso sucede, las cirugías para renovar la apariencia de la mirada se han consolidado como la mejor alternativa para alcanzar este anhelado propósito, con resultados sorprendentes.
Alargar la vida y detener la vejez es un sueño que el ser humano ha acariciado durante siglos. Por ello, culturas tan antiguas como la egipcia, la china o la mesopotámica desarrollaron diversos métodos para combatir signos del envejecimiento como el encanecimiento, la alopecia y las arrugas. Aunque la humanidad aún no ha encontrado la fuente de la eterna juventud, cada cierto tiempo aparecen procedimientos médico-quirúrgicos que permiten mejorar la apariencia de millones de personas que buscan verse y sentirme mejor.
En el caso de la zona ocular existen distintas maneras para obtener su rejuvenecimiento, gracias a metodologías que ‘borran’ o corrigen el paso del tiempo en la piel que bordea los ojos, pues a partir de los 40 años esta va perdiendo elasticidad y tono muscular. Y si a esto se suman las situaciones estresantes del entorno laboral, personal o familiar, el resultado es el deterioro notable de la expresión facial.
La cirugías son el renacer de la expresión
En los párpados es donde más se refleja el avance de los años, pues con el tiempo sufren el ‘descolgamiento’ del músculo y aparecen en ellos las acumulaciones de grasas en forma de las tristemente célebres ‘bolsas’. “Esto ocurre por una serie de factores, entre ellos, la genética, la exposición al sol y el proceso natural de desgaste físico. Entonces, el rostro de la persona poco a poco se va transformando y al final en la cara le queda una ‘máscara de cansancio’, como si tuviera ojeras permanentes, en resumen, la ‘cara de la vejez’”, comenta la doctora Luz Marina Melo, especialista en Oftalmología , Cirugía Plástica Ocular, Segmento Anterior y en docencia para especialidades médico-quirúrgicas de la Clínica Oftalmológica del Caribe en Barranquilla.
“Una de las opciones disponibles en la actualidad para mejorar la apariencia de la mirada es la blefaroplastia superior, que consiste en realizar una incisión a nivel del pliegue que todos tenemos en el párpado superior, de tal forma que quede mimetizado en este y no se note. Luego procedemos a resecar el exceso de piel y a remodelar la grasa en caso de que sea necesario. Al final, se afronta y se sutura por planos con un material extremadamente fino que no deja huellas”, explica la especialista.
De acuerdo con la descripción de la doctora Melo, en los párpados inferiores la labor del cirujano consiste en remodelar la grasa a través de la conjuntiva, en caso de que a la persona no le sobre piel, y si hay exceso de ella, se efectúa una incisión subciliar (debajo de las pestañas), cuya cicatriz no se notará. Después se reseca el exceso de piel y se remodela la grasa si es necesario.
El tiempo de la intervención de esta zona depende de si es transconjuntival o no (sin resecar piel). En el primer caso dura alrededor de unos 20-25 minutos y, si se reseca la piel, alrededor de una hora y 15 minutos. Es decir, que si se trabajan los cuatro párpados el procedimiento puede tardarse por lo menos dos horas y cuarto. Esta cirugía se puede complementar con rellenos faciales o toxina botulínica en caso de que se requiera. Los primeros tienen como finalidad corregir donde haya depresiones o profundizaciones de ciertos surcos y la segunda produce una ‘relajación’ en las áreas donde se coloca evitando que se formen las indeseables ‘arrugas’ o eliminándolas.
Antes de ir al quirófano…
Las personas que deseen practicarse estos procedimientos deben tener en cuenta algunos factores, como la consulta con un especialista de prestigio, que sea reconocido y que labore en una institución de salud habilitada o certificada para ejercer intervenciones de esa especialidad. Los estudios médicos previos a las operaciones son indispensables, pues se requiere determinar en qué condiciones están signos como la presión arterial y los niveles de azúcar, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y colesterol. Estos deben hallarse en los rangos normales permitidos antes de ingresar al quirófano. Igualmente, no se deben ingerir anticoagulantes y no se puede padecer el síndrome de ojo seco.
“Se trata de cirugías ambulatorias; por lo general, el paciente ingresa en las horas de la mañana y sale para su casa hacia el mediodía o en la tarde, solo con unas cintas de cicatrización a nivel de las incisiones. No son dolorosas y tampoco muy incapacitantes. Así que la persona se sentirá relativamente bien en la etapa posquirúrgica”, agrega la especialista.
No vaya a otro lugar, ¡quédese en Barranquilla!
Los costos económicos de los distintos procedimientos quirúrgicos que ‘borran’ el paso del tiempo en la zona periocular dependen de la técnica que se vaya a realizar la persona. Lo cierto es que no hay que desplazarse a otra parte del país o viajar al extranjero para disfrutar de un nuevo rostro y una mirada más radiante, pues las cirugías realizadas en la Clínica Oftalmológica del Caribe son competitivas con respecto a otros países, y altamente exitosas.
“En la ciudad el campo de la oftalmología y de la cirugía plástica ocular está a la altura de las practicadas en otros países de Latinoamérica y el resto del mundo. Además, la oftalmología en Colombia siempre ha sido muy reconocida e incluso pionera en muchas áreas. Uno de los ejemplos más notables es el bisturí ultrasónico Ultrachopper que desarrolló el Dr. Luis Escaf, que está patentado y comercializado en muchas partes del mundo”, afirma la profesional consultada.
Cabe destacar que aunque la demanda de cirugías como la blefaroplastia viene en aumento, la Clínica Oftalmológica del Caribe en Barranquilla cuenta con la infraestructura y el recurso humano especializado que les permite a los pacientes operarse a costos razonables y sin asumir rubros que encarecen el proceso, como: pasajes aéreos, visas y otros gastos logísticos.
Vida normal y rejuvenecimiento en poco tiempo.
Para este tipo de cirugías los médicos usan anestesia local, junto con una ligera sedación para contribuir con la relajación en el momento de la intervención. Luego de que la operación termina la zona de los ojos suele inflamarse ligeramente y amoratarse, debido al inevitable trauma que se produce en los vasos capilares. También es normal sentir una pequeña molestia al parpadear, padecer lagrimeo, y sufrir sensibilidad a la luz y escozor, pero eso se alivia con los colirios que el cirujano receta.
En general, al cabo de un par de días se puede llevar una vida normal y una semana después se retiran los puntos de sutura. Los resultados son visibles de forma inmediata y el paciente se muestra notablemente rejuvenecido.
“Cualquier procedimiento tiene algún grado de riesgo. Sin embargo, cuando estos son realizados por profesionales bien entrenados, los riesgos son bajos. Entre ellos podemos mencionar: hematoma (sangrado) y procesos infecciosos (muy raro). Sin lugar a dudas, la cirugía que más solicitan las personas en el área de cirugía plástica ocular es la blefaroplastia de párpados superiores, que cada vez gana más popularidad”, indica Melo.